Si tuviéramos que describirla en una sola palabra, sin duda elegiríamos “diversidad”. Porque a Mallorca, la isla más grande de España, no le falta de nada: incontables playas y calas, naturaleza increíble, gastronomía única, historia y cultura y una variada oferta de ocio para todos los gustos.
Si estás pensando en viajar y conocer la mayor de las Islas Baleares en familia, con amigos o simplemente hacer una escapada en solitario pero aún no te decides, sigue leyendo, porque te daremos las razones que necesitas para decidirte y disfrutar de tus próximas vacaciones en el Mediterráneo.
Calas y playas paradisíacas
Mallorca es el destino perfecto para los amantes de las calas y playas paradisíacas, de arena blanca, aguas cristalinas y alejadas del ruido de la ciudad. Esto, unido al suave clima mediterráneo, hacen la combinación perfecta para disfrutar de unas vacaciones de lo más relajante en armonía con la naturaleza. Entre las calas que no debes perderte bajo ningún concepto, está Cala Varques, en un entorno natural increíble rodeada de pinares. Entre las playas más importantes está la de Cala Millor, al este de la isla, se extiende a lo largo de casi dos kilómetros, con un paseo marítimo ideal para largos paseos cuando acaba el día. Cualquiera de nuestros tres hoteles en esta zona (R2 Bahía Cala Ratjada, R2 Verónica Beach y R2 Cala Millor Beach) será el broche de oro para unas vacaciones perfectas. No dejes de visitar Cala Deià, escondida entre bosques y acantilados y Cala Formentor, espectacular por el color de su agua.
Naturaleza increíble
Además de por su calas, Mallorca es conocida por su gran diversidad de paisajes montañosos y acantilados. Uno de estos enclaves imprescindibles es la sierra de Tramuntana, declarada por la UNESCO, Patrimonio Mundial. Quédate hipnotizado por la belleza de las vistas. Otro paraje indispensable en tu visita a Mallorca es el Parque Natural de Mondragó, en el término municipal de Santanyí, mezcla de pinares y acantilados, es uno de los lugares más visitados de la isla. Otra opción absolutamente obligada es la visita a algunos pueblos mallorquines considerados de los más bonitos de España, como pueden ser: Valldemossa, Deià, Sóller y Fornalutx. Por último, no dejes de visitar la Cova del Drach, uno de los mayores atractivos.
Palma de Mallorca: cultura y gastronomía
Mallorca también es un buen destino de ciudad. En la capital, se une la vida diaria con la cultura y la gastronomía muy típica para ofrecer al visitante unas vacaciones de lo más completas. En su centro histórico se reúnen la mayoría de los monumentos imprescindibles y que es posible ver mientras damos un agradable paseo. La Plaza Mayor, la Iglesia de Sant Miquel, la Catedral de Palma o de la Luz y, por supuesto, la Catedral del Mar, son algunos de los monumentos que podemos contemplar durante el día a la vez que disfrutamos de la gastronomía mallorquina. Una de las especialidades indispensables es la sobrasada, delicioso embutido famoso internacionalmente y que aquí preparan como en ningún otro lugar. Tampoco puedes dejar de probar el Tumbet, un plato típico hecho con hortalizas de temporada en las huertas de Mallorca y que es un disfrute total para los sentidos tomado como acompañamiento o solo. Si eres de los que reserva un hueco para el postre, no olvides probar las ensaimadas y las cocas, el plato estrella de la repostería mallorquina.